Ya no hace frío.
Al menos no todo el día.
Los vientos azotan la nave, los asteroides rompen las alas...el tiempo mata a los tripulantes.
Pero ninguno puede con el amor.
El amor a viajar.
Amor por las estrellas, por las nebulosas por la nada.
Nadie puede con esa sensación que te invade al salir de la velocidad de la luz.
Botones de colores en cabina.
Estrellas fugaces en el mirador.
Ausencia de oxígeno.
Felicidad.
No puedes fijarte en una cosa solo.
No se si me quedo en el cinturón de Orión o prefiero variar.
No se hacia donde ir.
Hay tanto.
Y tan poco tiempo.
Amor.
viernes, 31 de diciembre de 2010
Maggie May.
Un viejo loco que da forma a una tabla.
Se para a fumar un cigarro mientras escucha a Rod Stewart.
Termino en el mismo sitio en el que empecé.
Antes caminaba por caminar, ahora intento llegar a donde tu estas.
Es difícil.
Cuando llego, tu vuelas lejos y entonces vuelvo a caminar.
Se que alomejor sera siempre así.
Alomejor es un camino que nunca termina.
Pero no me importa.
Hay cosas mas importantes que estar cómodo en el sofá.
Hay cosas más importantes.
Lo que viene fácil se va fácil.
Y esto esta siendo difícil.
Y ¿te crees que eso me echa atrás?
No.
No hay camino que no tomara por ti, no hay montaña que no escalara,
no hay nada...
Se que es simple y un poco cutre todo esto que escribo, pero es lo que siento.
Se para a fumar un cigarro mientras escucha a Rod Stewart.
Termino en el mismo sitio en el que empecé.
Antes caminaba por caminar, ahora intento llegar a donde tu estas.
Es difícil.
Cuando llego, tu vuelas lejos y entonces vuelvo a caminar.
Se que alomejor sera siempre así.
Alomejor es un camino que nunca termina.
Pero no me importa.
Hay cosas mas importantes que estar cómodo en el sofá.
Hay cosas más importantes.
Lo que viene fácil se va fácil.
Y esto esta siendo difícil.
Y ¿te crees que eso me echa atrás?
No.
No hay camino que no tomara por ti, no hay montaña que no escalara,
no hay nada...
Se que es simple y un poco cutre todo esto que escribo, pero es lo que siento.
domingo, 26 de diciembre de 2010
Para Alejandra.
Anduve.
Y llegue.
Llegue al lugar donde todo comienza.
Llegue a un punto al que nunca había llegado.
Y ahora comprendo.
Llevaba horas perdido en la inmensa oscuridad que rodea al corazón
Sin rumbo.
Recuerdos se amontonaban sin orden alguno a mi alrededor.
Pesadillas, sueños, ilusiones.
Entonces, una ola. Y me ahogué.
Deje de buscar respuestas para buscar oxigeno.
Y entonces las respuestas vinieron a mi y me sacaron del agua.
No se que pretendía encontrar, un bosque o un inmenso laberinto.
Algo extremadamente complejo y oscuro.
Sin embargo encontré a Alejandra tiritando en la terraza, encontré su cuerpo junto al mio por la mañana, encontré un cuaderno que contenía un tesoro...
Encontré infinidad de segundos colgados del techo.
Encontré luces que formaban tu voz, vientos que pintaban tu sonrisa.
Te encontré dormida, tapada con tu mantita de monstruos, con esa cara que pones cuando duermes.
Te encontré y quise hablarte, pero no quería despertarte.
Entonces hice una de las cosas que más me gusta hacer, te quise.
Abro los ojos sin creer lo que acaba de pasar.
Estoy en medio del mar.
El agua tira de mi cuerpo hacia dentro, pero resisto y al final consigo salir.
Esta noche escribiré para ti.
Y llegue.
Llegue al lugar donde todo comienza.
Llegue a un punto al que nunca había llegado.
Y ahora comprendo.
Llevaba horas perdido en la inmensa oscuridad que rodea al corazón
Sin rumbo.
Recuerdos se amontonaban sin orden alguno a mi alrededor.
Pesadillas, sueños, ilusiones.
Entonces, una ola. Y me ahogué.
Deje de buscar respuestas para buscar oxigeno.
Y entonces las respuestas vinieron a mi y me sacaron del agua.
No se que pretendía encontrar, un bosque o un inmenso laberinto.
Algo extremadamente complejo y oscuro.
Sin embargo encontré a Alejandra tiritando en la terraza, encontré su cuerpo junto al mio por la mañana, encontré un cuaderno que contenía un tesoro...
Encontré infinidad de segundos colgados del techo.
Encontré luces que formaban tu voz, vientos que pintaban tu sonrisa.
Te encontré dormida, tapada con tu mantita de monstruos, con esa cara que pones cuando duermes.
Te encontré y quise hablarte, pero no quería despertarte.
Entonces hice una de las cosas que más me gusta hacer, te quise.
Abro los ojos sin creer lo que acaba de pasar.
Estoy en medio del mar.
El agua tira de mi cuerpo hacia dentro, pero resisto y al final consigo salir.
Esta noche escribiré para ti.
sábado, 25 de diciembre de 2010
Regalos.
Tengo una pequeña libreta que cabe en todos los bolsillos, un sapo que cogí con mi primo un día lluvioso, cientos de kilómetros de distancia y una situación no muy buena.
Tiempo y silencio.
Tiempo y silencio.
viernes, 24 de diciembre de 2010
Feliz Navidad.
Miedo.
Vivo en el instante en el que dudas si fue un sueño o es realidad.
No se si el dolor es una absurda pesadilla o es mi camino.
Tengo miedo a sentir siempre el mismo vacío, la misma soledad.
Parece que deje mis intestinos en algún lugar.
Solo hay vacío.
Y tu no estas para llenarlo.
Tu no estas para escuchar cuando grito.
Para darme calor cuando tengo frío.
Tengo miedo de salir a la superficie y encontrarme una tormenta.
El ruido de las olas mecen mi dolor y duermen mi angustia.
Me hacen pensar en otra vez, hace meses, otra vez bajo el mar.
No me importa si floto hacia arriba, ni si floto hacia abajo, solo quiero salir del agua y ver que es septiembre y saber que mañana vuelvo a verte después de un mes sin tenerte.
Solo quiero viajar hacia atrás.
Que cada segundo dure un año.
Solo tengo miedo.
Y la luz del pasillo esta apagada.
Vivo en el instante en el que dudas si fue un sueño o es realidad.
No se si el dolor es una absurda pesadilla o es mi camino.
Tengo miedo a sentir siempre el mismo vacío, la misma soledad.
Parece que deje mis intestinos en algún lugar.
Solo hay vacío.
Y tu no estas para llenarlo.
Tu no estas para escuchar cuando grito.
Para darme calor cuando tengo frío.
Tengo miedo de salir a la superficie y encontrarme una tormenta.
El ruido de las olas mecen mi dolor y duermen mi angustia.
Me hacen pensar en otra vez, hace meses, otra vez bajo el mar.
No me importa si floto hacia arriba, ni si floto hacia abajo, solo quiero salir del agua y ver que es septiembre y saber que mañana vuelvo a verte después de un mes sin tenerte.
Solo quiero viajar hacia atrás.
Que cada segundo dure un año.
Solo tengo miedo.
Y la luz del pasillo esta apagada.
domingo, 19 de diciembre de 2010
Yo.
He viajado. Visto mundos que la mente no esta preparada para ver.
Sentido cosas que el cuerpo se estremece al recordar.
Oído voces, saboreado vidas...
Pero nunca he sabido quien soy.
Y allí estábamos de nuevo.
Los tres, reunidos como antaño.
El humo nos impedía ver mas allá de nuestras narices.
Y de nuevo esa sensación.
Hacía mil años que no lograba experimentarla y ahora, ahora volvía a mi.
Una mezcla de nostalgia y felicidad, de libertad, de falta de interés, de amor, de inocencia, de sueños, de dolor...
Y de nuevo esa estúpida apetencia de cambiar el mundo.
Esas ganas de volar por los cielos claros y bucear las oscuras profundidades, de correr, de dormir, de saltar, de patinar, de reír...
Sabía que nada de lo que sentía era causado por la hierba.
Me hayaba tras la pista del motivo principal.
Cuando nuestra pequeña nave chocó contra un asteroide.
La fuerza del impacto me despertó de mis paseos cerebrales y con toda la claridad existente, con los niveles de oxígeno bajando, mis amigos muertos y media nave destrozada, me levante y dije:
-Yo soy la luz, yo soy aquel que vuela más alto, yo soy la tormenta que te despierta en medio del camino, yo soy el trueno que temes, yo soy vida...y nunca moriré.
Sentido cosas que el cuerpo se estremece al recordar.
Oído voces, saboreado vidas...
Pero nunca he sabido quien soy.
Y allí estábamos de nuevo.
Los tres, reunidos como antaño.
El humo nos impedía ver mas allá de nuestras narices.
Y de nuevo esa sensación.
Hacía mil años que no lograba experimentarla y ahora, ahora volvía a mi.
Una mezcla de nostalgia y felicidad, de libertad, de falta de interés, de amor, de inocencia, de sueños, de dolor...
Y de nuevo esa estúpida apetencia de cambiar el mundo.
Esas ganas de volar por los cielos claros y bucear las oscuras profundidades, de correr, de dormir, de saltar, de patinar, de reír...
Sabía que nada de lo que sentía era causado por la hierba.
Me hayaba tras la pista del motivo principal.
Cuando nuestra pequeña nave chocó contra un asteroide.
La fuerza del impacto me despertó de mis paseos cerebrales y con toda la claridad existente, con los niveles de oxígeno bajando, mis amigos muertos y media nave destrozada, me levante y dije:
-Yo soy la luz, yo soy aquel que vuela más alto, yo soy la tormenta que te despierta en medio del camino, yo soy el trueno que temes, yo soy vida...y nunca moriré.
sábado, 18 de diciembre de 2010
Are we dead yet?
Frío.
Estoy sentado en una habitación oscura.
Ya estuve aquí.
Ya recuerdo.
Fue hace tiempo, el mismo frió me recorría el cuerpo mientras las lágrimas caían.
Como la otra vez, la puerta del final se abre y de ella sale él.
Me tiende una mano, una mano que arde.
Yo la cojo y el me lleva a casa...
Y entonces, como antes, soledad.
Mi cuerpo yace en el suelo sobre un charco de sangre mientras mi alma se encierra en un dado en el que siempre sale uno.
Al final entenderás y tu camino seguirá.
Vivirás y veras todo como un recuerdo.
Tu camino sigue a partir del punto en el que yo me doy la vuelta.
De vuelta al vacío y a la insensatez.
Vuelvo a despertar escupiendo sangre.
Vuelvo a dormir sangrando por los ojos.
Vuelvo a morir a cada segundo de vida.
Bajo una tormenta ando.
La lluvia que me envuelve me da todo el cobijo que en mi vida tendré.
Volveré a mirar al mundo desde fuera.
No hay ataduras en este mundo.
Rey de las sombras, príncipe de las ratas.
Volveré a mi creador, a la forja de la muerte.
Donde vales tanto solo si pagas tanto.
Vuelvo a ser uno de los últimos, vuelvo a ser uno.
Solo que esta vez tengo algo nuevo.
Recuerdos...
Solo quedaran recuerdos mientras mis huesos se sequen al Sol.
Recuerdos de lo que creí ser junto a ti.
Recuerdos de lo que era vivir.
...
La sangre corre por mis brazos... espero al menos no tener que sentir...no tener que vivir.
Estoy sentado en una habitación oscura.
Ya estuve aquí.
Ya recuerdo.
Fue hace tiempo, el mismo frió me recorría el cuerpo mientras las lágrimas caían.
Como la otra vez, la puerta del final se abre y de ella sale él.
Me tiende una mano, una mano que arde.
Yo la cojo y el me lleva a casa...
Y entonces, como antes, soledad.
Mi cuerpo yace en el suelo sobre un charco de sangre mientras mi alma se encierra en un dado en el que siempre sale uno.
Al final entenderás y tu camino seguirá.
Vivirás y veras todo como un recuerdo.
Tu camino sigue a partir del punto en el que yo me doy la vuelta.
De vuelta al vacío y a la insensatez.
Vuelvo a despertar escupiendo sangre.
Vuelvo a dormir sangrando por los ojos.
Vuelvo a morir a cada segundo de vida.
Bajo una tormenta ando.
La lluvia que me envuelve me da todo el cobijo que en mi vida tendré.
Volveré a mirar al mundo desde fuera.
No hay ataduras en este mundo.
Rey de las sombras, príncipe de las ratas.
Volveré a mi creador, a la forja de la muerte.
Donde vales tanto solo si pagas tanto.
Vuelvo a ser uno de los últimos, vuelvo a ser uno.
Solo que esta vez tengo algo nuevo.
Recuerdos...
Solo quedaran recuerdos mientras mis huesos se sequen al Sol.
Recuerdos de lo que creí ser junto a ti.
Recuerdos de lo que era vivir.
...
La sangre corre por mis brazos... espero al menos no tener que sentir...no tener que vivir.
jueves, 16 de diciembre de 2010
Día nueve.
Puede que no sea importante como te llames.
Es seguro que el color o el sexo no son importantes.
La ropa que lleves, los amigos que tengas y los deportes que te gusten tampoco son importantes.
No importa quien seas, solo importa quien quieres ser y a que estas dispuesto para serlo.
Es seguro que el color o el sexo no son importantes.
La ropa que lleves, los amigos que tengas y los deportes que te gusten tampoco son importantes.
No importa quien seas, solo importa quien quieres ser y a que estas dispuesto para serlo.
jueves, 9 de diciembre de 2010
Réquiem.
A lo largo y ancho del universo suena la misma canción.
Un réquiem anunciado al nacer.
Un camino cuyo final es sabido de antemano.
Joven y con una vida por delante, abandono la tierra de los vivos para adentrarme en el mar del dolor y la pesadumbre.
Como el ciervo que huye, muchas veces escape al destino.
Pero su bala certera, al final siempre da en el corazón.
Fin.
Principio.
No se como definir lo que siento, no se como explicar que es morir.
Se que estoy muerto.
Y que vivo para contarlo.
Hace tiempo que empecé el camino.
Y a la vez vi el final del mismo.
Ya no hay esperanza para los que viven el las esquinas.
Los últimos seguiremos siendo los últimos.
Los que tienen hambre de justicia, no podrán ser saciados.
La sangre que brota de mi pecho, empuja tu barco río abajo, donde el olvido y la realidad borraran mis huellas.
El tiempo pasara, y entre las ruinas crecerán flores, las heridas se curaran y el sol volverá a brillar por la mañana.
Pero yo seguiré donde siempre, escondido entre las sombras, alimentandome del dolor, de la desconfianza.
Arrepintiéndome una y otra vez de cada mal paso dado.
Pero así es como debe ser.
Y ya, ya no hay nada que yo pueda hacer...
Un réquiem anunciado al nacer.
Un camino cuyo final es sabido de antemano.
Joven y con una vida por delante, abandono la tierra de los vivos para adentrarme en el mar del dolor y la pesadumbre.
Como el ciervo que huye, muchas veces escape al destino.
Pero su bala certera, al final siempre da en el corazón.
Fin.
Principio.
No se como definir lo que siento, no se como explicar que es morir.
Se que estoy muerto.
Y que vivo para contarlo.
Hace tiempo que empecé el camino.
Y a la vez vi el final del mismo.
Ya no hay esperanza para los que viven el las esquinas.
Los últimos seguiremos siendo los últimos.
Los que tienen hambre de justicia, no podrán ser saciados.
La sangre que brota de mi pecho, empuja tu barco río abajo, donde el olvido y la realidad borraran mis huellas.
El tiempo pasara, y entre las ruinas crecerán flores, las heridas se curaran y el sol volverá a brillar por la mañana.
Pero yo seguiré donde siempre, escondido entre las sombras, alimentandome del dolor, de la desconfianza.
Arrepintiéndome una y otra vez de cada mal paso dado.
Pero así es como debe ser.
Y ya, ya no hay nada que yo pueda hacer...
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