Estas sentado frente a la consola.
Tus ojos son un conglomerado de sangre.
Tu mente se derrite como un helado en agosto.
Veinte minutos en renfe y de risas con los de siempre, pero que pereza. El gato de la vecina hoy se coló en tu jardín y le tiraste una piedra desde arriba.
Que mas dará tu viejo barrio, ahora fumas de calidad. Y se nota, habíamos quedado y no apareciste.
Viajas en una nube que se eleva alto.
Ves a la humanidad como hormigas atareadas, completamente ajenas a ti.
Has ido mas allá que cualquiera.
Un dios entre mortales, eres inmune a todo y nada puede dañarte.
Miles de horas entregadas al disfrute puro.
Estas en el barco de oro que cruza el río.
Pero el oro pesa y los granitos de arena forman una tormenta si el viento esta de humor.
lunes, 14 de febrero de 2011
sábado, 5 de febrero de 2011
El Fuego.
Fuego.
Sangre.
Dolor.
Pero fuego.
Llevo eones vagando por estas tierras.
Cada grano de arena conoce mi nombre y cada hoja verde mi sabor.
Yo enseñe a los dioses a mover las montañas y propague el aullido del lobo por la noche.
Mis manos mueven las olas.
Mi ser no tiene fin.
Pero el fuego.
Puedo enseñarte los cielos y las nubes, el mar y la oscuridad.
Puedo crear mundos para tus ojos y destruirlos en un segundo.
No hay nada que se escape a mi poder.
Y sin embargo el fuego.
Siempre arderá.
Siempre.
El Fuego.
Sangre.
Dolor.
Pero fuego.
Llevo eones vagando por estas tierras.
Cada grano de arena conoce mi nombre y cada hoja verde mi sabor.
Yo enseñe a los dioses a mover las montañas y propague el aullido del lobo por la noche.
Mis manos mueven las olas.
Mi ser no tiene fin.
Pero el fuego.
Puedo enseñarte los cielos y las nubes, el mar y la oscuridad.
Puedo crear mundos para tus ojos y destruirlos en un segundo.
No hay nada que se escape a mi poder.
Y sin embargo el fuego.
Siempre arderá.
Siempre.
El Fuego.
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