domingo, 23 de enero de 2011

The great kings from the past.

La brisa acariciaba mi piel.
Un aroma venía de lejos, un recuerdo de otro tiempo, de otra vida.
La muerte, que había mancillado la iocencia, me recibió y me llevo de nuevo a casa.

El sol nacía en el agua, la noche desaparecia.
El nuevo dia besaba mi rostro.
El latir de la tierra era mi latir.
Conoci muerte y vida en el mismo corazón.
Amor y odio como uno solo.
Dios y hombre hechos la misma persona.
No sabría explicar, no sabría hacerme entender.

Y entonces su grave voz dijo:
Los grandes reyes del pasado nos observan desde las estrellas.
Y supe que debía hacer.

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