martes, 28 de septiembre de 2010

Día uno.

Ya regrese.
De entre las miles de estrellas mi nave volvió a tus calas.
La llama que ardía en mi interior se apagó. Y tuve frío.
El hogar que añoraba no era ya un hogar.
Y los sueños que tenía dejaron ya de importarme.
Había estado tanto tiempo solo, que la soledad me amo y mi alma en mil pedazos fracturada, se elevo al cielo y volvió con sus estrellas.
Mis estrellas.
...
La lágrimas empapan la ventana de mi camarote mientras la nave se aleja de la Tierra.
Ya no volveré a tus orillas, las olas de tu voz no me despertaran nunca más.
Ahora vago solo por este gran universo, buscando algo para arreglarme, buscando el camino que me lleve a mi verdadero hogar.
Buscando algo.
Buscando a alguien.
¿Pero a quién?

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