martes, 28 de septiembre de 2010

Día uno.

Ya regrese.
De entre las miles de estrellas mi nave volvió a tus calas.
La llama que ardía en mi interior se apagó. Y tuve frío.
El hogar que añoraba no era ya un hogar.
Y los sueños que tenía dejaron ya de importarme.
Había estado tanto tiempo solo, que la soledad me amo y mi alma en mil pedazos fracturada, se elevo al cielo y volvió con sus estrellas.
Mis estrellas.
...
La lágrimas empapan la ventana de mi camarote mientras la nave se aleja de la Tierra.
Ya no volveré a tus orillas, las olas de tu voz no me despertaran nunca más.
Ahora vago solo por este gran universo, buscando algo para arreglarme, buscando el camino que me lleve a mi verdadero hogar.
Buscando algo.
Buscando a alguien.
¿Pero a quién?

Preludio

Siempre quise viajar al espacio.
Siempre soñé con volar entre las estrellas, navegar por el infinito y sumergirme en las oscuras aguas del universo para no volver.
Todos hablan del frío, del silencio, de la soledad.
Nadie habla de las luces, nadie habla de las grandes nebulosas, nadie habla de la belleza del vacio.
Desde mi ventana puedo observar imagenes que ningún ser humano podría llegar a soñar.
Paso las horas viendo como Dios habla con el fuego y la nada en la danza de los tiempos.
Sensaciones extrañas invaden mi ser, bizarros pensamientos acuden a mi mente cuando mis ojos entran en contacto con esta fuerza creadora tan destructiva.
Observo un universo bello, donde es bello vivir, donde es bello morir...donde son bellas hasta las lágrimas.
En mi velero he vagado por cada uno de los mares de este eterno océano.
He parado en cada puerto,
No hay amanecer que no me haya visto partir.
Ya viajé a todos los planetas, visite cada Luna y cada Sol.
Dormí en los anillos de Saturno y las lluvias de asteroides me despertaron.
Conozco cada astro de este cielo.
Conozco cada cielo de este universo.
He llegado hasta el fin del infinito.
Y al principio también llegue.
Todavía recuerdo la Tierra.
Aún oigo las olas de tu voz romper contra mi alma.
Navegare y navegare...
Quizá algún día pueda volver a tus orillas...